La mamá lleva desde diciembre renqueando. No creí que pasara de navidad y volví a ponerla con Hodor, para que al menos estuviera acompañada en sus últimos momentos.
La cuestión es que Hodor la hizo espabilarse (habrá sido el amor?) y, aunque muy malamente, volvió a comer y moverse por la jaula. Llegué a pensar que se había quedado ciega porque se chocaba con todo y echaba a comer metiendo la cabeza en el comedero y abriendo el pico en plan "a ver que pillo". A los días ya parecía tener más control y no se chocaba tanto, aunque se caía constantemente del palito y las patas no le responden bien.
Al principio fue bien, pero Hodor es más joven que ella y entró en celo. Y la pobre acabó casi desplomada, así que me tocó volver a separarlos. De eso hace unos 5 días.
Hoy he vuelto a encontrarme a Khaleesi en el suelo de la jaula, respirando fuerte, con los ojos cerrados y las patas encogidas.
La he sacado de la jaula y ha echado una caca verde, lo que significa que ayer volvió a ayunar.
La he puesto en el comedero grande que tengo fuera de las jaulas y se ha animado, aunque sin abrir los ojos. Aun así no he conseguido que beba. Espero que de serviros cuando no miro, porque además las vitaminas que me dió el veterinario están en el agua.
Así que la he envuelto en la manta y ahí se ha quedado. Parece estar conforme.
Por ahora.
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